La pizza, ese delicioso manjar de masa horneada cubierta con salsa de tomate, queso y otros ingredientes, tiene una historia fascinante que se remonta a la antigua Grecia y Roma. Sin embargo, es en Nápoles, Italia, donde la pizza toma su forma actual y se convierte en un símbolo de la cultura y la tradición napolitana.
Orígenes humildes:
Las primeras pizzas napolitanas eran bastante diferentes de las que conocemos hoy en día. Se trataba de discos simples de masa sin levadura, cubiertos con ingredientes básicos como ajo, aceite de oliva, queso y, en ocasiones, anchoas. Estas pizzas eran vendidas por vendedores ambulantes en las calles de Nápoles, y eran una comida popular entre las clases trabajadoras.
La llegada del tomate:
Un ingrediente crucial en la historia de la pizza napolitana es el tomate. Aunque los tomates eran conocidos en Europa desde el siglo XVI, no fue hasta finales del siglo XVIII que se incorporaron a la pizza. Se dice que la primera pizza con tomate fue creada en honor a la reina Margarita de Saboya en 1889. La pizza, con sus colores rojo, blanco y verde, que representan la bandera italiana, se convirtió en un símbolo nacional y consolidó la popularidad de la pizza en todo el mundo.
Evolución y tradición:
A lo largo de los años, la pizza napolitana ha evolucionado y se ha diversificado, incorporando una gran variedad de ingredientes y estilos. Sin embargo, los napolitanos se enorgullecen de mantener la tradición y la autenticidad de su pizza. En 1997, la pizza napolitana fue reconocida como producto agroalimentario tradicional por la Unión Europea, lo que garantiza que su elaboración se siga realizando de acuerdo con métodos tradicionales.
Más que una simple comida:
La pizza napolitana es más que una simple comida; es una parte integral de la cultura y la identidad napolitana. Se asocia con la familia, las amistades y las celebraciones.
Compartir una pizza con amigos y familiares es una forma de expresar afecto y crear recuerdos duraderos.
Un legado mundial:
La pizza napolitana ha conquistado el mundo, convirtiéndose en uno de los platos más populares y queridos a nivel internacional. Se pueden encontrar pizzerías napolitanas auténticas en casi cualquier ciudad del mundo, y su influencia se ha extendido a innumerables estilos de pizza que se han creado en diferentes países.
La pizza napolitana es un símbolo de la creatividad, la tradición y el sabor. Su historia nos recuerda la importancia de preservar nuestras tradiciones culinarias y compartirlas con el mundo.